lunes, 12 de diciembre de 2011

Fundamentación

"Un día comprenderás que el tiempo eres tú,
en juego, en proceso,
escalándote.
¿El resto?
Quehaceres y botín disponible.

Comprenderás
que el tiempo no es más que tu sed,
tu sangre en misión capilar,
tu pelo creciendo y aullando a la luna llena,
tus pies y tus pasos más lejos.

Sobre todo, tus pasos más lejos.

Comprenderás.

No tengas miedo del mundo
pues por fin tendrá razón.
No tengas miedo de la gente
pues será un brindis,
ni de fallar la forma precisa
de la próxima nube que pase.

Comprenderás.

Y sabrás de la noticia
que un día toqué en el agua:
siempre estuvo ahí, tan limpio,
el fluir de la persistencia,
en la prolongación de tu mano
al llamar a una puerta o fugarse en caricia,
en la continuación de tus labios
aventurándose hacia un mediodía de uvas
o hacia otros labios
donde también duda la soledad suicida.

O comprenderás quizá
compartiendo alegrías, estribillos y amor evaporándose
alrededor de una hoguera
que reúna todo lo que importa.

Comprenderás sin palabras.
Siempre fue sin palabras.

Un día
podrás tocarte de un golpe,
es decir,
comprenderás compacto, compacta,
hecho mundo,
que es apuesta, decisión en lucha,
incandescencias transitorias,
un ecosistema de totalidades naufragadas.

Quedarán las grandes preguntas,
como cerámica sin custodia,
obsoletas y rotas
a los pies de tus huellas.

Practicarás el desplazamiento
que es el gran estilo de todas las respuestas.

Un día comprenderás
que siempre has estado imantada
todos los enigmas y todos los sueños.

Y estarás tú sosteniendo el mundo.

¿No te capacitan tus ojos,
que pueden dibujar la línea de los relámpagos
como un eco de luz arrinconando en la memoria,
y tu tacto,
que te empuña bajo la lluvia rota,
para soñar como sueñan las islas
cuando se desprenden del lecho marino
y duermen, por las corrientes, a la deriva?

Y ahí estarás tú
como el paso de un gato,
que es una gotita de gravedad,
concretando el mundo.

En cada punnto confluyen mil pruebas.
Un día comprenderás.

Y comprender será encaminarte.
descubrirte cuerpo
y por tanto norte de todas las brújulas,
pero que equilibra la balanza del infinito.

Y bailarás sin dar órdenes a las partes de tu cuerpo,
que ya jamás serán partes,
en un baile de fin de curso
de 15.000 millones de años luz de diámetro.

Y dejarás de pensar: "este es mi cuerpo",
porque nada hay por encima del cuerpo,
porque serás el cuerpo
desbordado y preciso en una misma descarga.
Nunca hubo un más atrás
de esta carne increíble
y de este calor omnisciente.

Y enfrente,
pues siempre hay algo enfrente,
comprender será
encender la llama que te enciende.

Y encontrás tu voz
en el contorno de la batalla.
Caminarás encarnando tu estrella,
una estrella que tiene una misión de tierra que cumplir
y un destino de cielo que desobedecer.

Comprenderás.
y comprender será
dar relevo al fuego encadenado de la materia,
enamorar lo que toques,
incorporar al gran pulso en marcha
cada punto de apoyo.

Y será el principio.
Un día.

Muy pronto.
¿No escuchas el rumor de la Historia aproximándose?

Romperás la hipnosis.
la claustrofobia de tus latidos confinados.

Irrumpirás."


La llamada del mar.

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